Margaritas en los altares: Santa Joaquina de Vedruna Vidal
Santa Joaquina de Vedruna Vidal
(Barcelona,1783-Barcelona, 1854)
Joaquina de Vedruna nació en Barcelona el 16 de abril de 1783 en una familia de la nobleza catalana muy católica y de firmes convicciones realistas. Su padre, Lorenzo Vedruna era notario público y real en la Ciudad Condal.
A los doce años quiso ingresar a las Carmelitas Calzadas a la edad de doce años, pero la superiora la recomendó volver a casa con sus padres hasta que cumpliera más edad. A los 16 años, sin embargo, contrajo matrimonio con el abogado Teodoro de Mas y Solá, de aristocrática familia de Vich, también muy religioso y de ideas realistas, y con él tuvo nueve hijos y bastantes nietos.
Teodoro de Mas y Solá, que habia abandonado su ciudad natal a los veinte años, ejercía en Barcelona como procurador de número de la clase de nobles en el colegio de la Real Audiencia cuando la invasión napoleónica de España le movió a empuñar las armas como voluntario, distinguiéndose en varios hechos durante la guerra de la Independencia. Su biografia en la enciclopedia Espasa afirma que en todas las acciones de guerra se batió con valor y honor propio de su noble nacimiento y empleo de capitán.
A la muerte de su esposo en 1816 y quedar viuda con 33 años, Joaquina se ocuparía durante los años siguientes de la administración de su hacienda, además de la educación de los hijos.
Junto con sus hijos, apoyó a los realistas que lucharon contra el Trienio Liberal. Su hijo mayor, José Joaquin, partidario del Infante don Carlos Maria Isidro y militante a los órdenes del coronel Domingo Queralt, fue apresado y recluido en el castillo de Hostalrich. En represalia, los liberales se apoderan de su patrimonio familiar, y la familia se tuvo que exiliar en Prada hasta la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis.
Tras sacar adelante a sus hijos, en 1826 y contando 47 años, Joaquina fundó la Comunidad de las hermanas Carmelitas de la Caridad, dedicadas a la enseñanza y la atención a los enfermos.
Durante la Primera Guerra Carlista, su hijo José Joaquín tuvo que refugiarse en Francia con su esposa y cuatro hijos por el acoso que sufria por apoyar la causa del Rey legítimo, lo que hizo que su madre fuera encarcelada en el castillo de Moncada como represalia y por compartir sus ideas carlistas. En julio de 1837 fue liberada y se trasladó a Berga, en cuyo campamento carlista se encontraba su hijo, regresado de Francia.
Con ocasión de la guerra carlista, se cerraron la casa madre y el noviciado de Vich de la orden de las Hermanas Carmelitas de la Caridad, quedando solamente cuatro comunidades, instaladas en los hospitales de Solsona y Cardona, y en dos casas de la Caridad de Vich y Barcelona.
Dieciséis hermanas, la mayor parte procedentes de la casa matriz, e Inés, hija de la propia fundadora, se refugiaron en Berga, donde además de atender hasta cuatrocientos heridos y enfermos, instalaron el noviciado de la congregación. Berga era uno de los últimos baluartes de la resistencia carlista, pero ante la proximidad de las tropas liberales, Joaquina y sus religiosas se vieron en la necesidad de pasar la frontera al y refugiarse en Francia, instalándose en Perpiñán. Su hijo mayor, José Joaquín, empresario y militar carlista, fue internado en uno de los campos de concentración para exiliados carlistas en Bourg-Bresé, departamento de Lêne.
Entre tanto, el patrimonio de los Vedruna fue vendido en pública subasta y reducido a la mitad.
Tran au destierro en Francia de tres años, en septiembre de 1843 regreso a España y residió en la Casa de la Caridad de Barcelona. En los anos siguientes fundó veintidos comunidades a pesar de los desafios provocados por la inestabilidad politica y el compromiso politico de su familia. Su hijo mayor, José Joaquin de Mas y de Vedruna, no pudo regresar del exilio en Perpinán hasta 1849, y su nieto Luis de Mas y bisnieto Teodoro de Mas y Nadal, estuvieron también activamente implicados en la causa carlista.
En 1844, el Padre Antonio Maria Claret dio una tanda de Ejercicios en el Noviciado de Vich. Al poco tiempo de que ambos futuros santos se conocieran, ingresó en la congregación de las Carmelitas de la Caridad una hermana del santo fundador, Maria Claret.
La fama de santidad de Joaquina como hermana Carmelita de la Caridad se extendió por su gran sentido de la oración, confianza profunda en Dios y caridad desinteresada,y la congregación se expandió por España, Hispanoamérica y Asia.
En el tramo final de su vida sufrió un ataque de apoplejía que derivó en una parálisis que la obligó a abandonar su puesto como superiora de la orden por ella fundada. Falleció el 28 de agosto de 1854 a la edad de 71 años por causa del brote de cólera que se produjo en Barcelona.
Fue beatificada por el papa Pío XII en 1940 y canonizada en 1959 por el papa Juan XXIII.
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